¡Hola!

Soy Gaby Viteri

Nutricionista, máster en dietética, coach en hábitos, instructora de zumba.

Te cuento mi historia

Mi camino por la nutrición empezó hace muchísimos años atrás, al inicio mi cambio se vio impulsado por un tema físico.  Tengo una genética familiar de sobrepeso, obesidad, diabetes y lo que yo llamo “el alma gorda”, así que a los 14 años decidí cambiar mi destino pasando por todo tipo de dietas con tal de estar “flaca” desde la dieta Scarsdale o sopa milagrosa, hasta la de los “3 días” donde verdaderamente casi no  comías nada.

Producto de estas dietas extremas, termine sufriendo de hipotiroidismo por los cambios que yo misma había causado en mi metabolismo.  Esto empezó a cambiar cuando empecé a estudiar, luego entre en el mundo de las calorías y todo lo light, si también tuve mis años presa en el mercadeo de productos mientras estaba en la universidad en Estados Unidos y era el boom de lo “low fat” y de todo lo “free”.  

 

Me tomó muchos años comprender que esto no se trataba de ser flaca, de lograr tener menos curvas o quitarme los rollitos de encima. Comprendí que el mundo de la nutrición es un mundo maravilloso que nos permite nutrirnos de manera integral, no es un mundo de castigos, de morirse de hambre o de pasar sufriendo con el “no puedo comer esto, o no puedo comer lo otro”.    Es un mundo de libertad y balance donde elijo comer saludable porque quiero nutrir mi cuerpo y vivir en armonía conmigo misma.

 

Empecé a introducirme en el mundo del clean eating, donde encontré esta libertad, porque la mayoría del tiempo me alimento saludable pero también hay ciertos días de la semana donde me doy la libertad de comer cosas que se que no son las mas nutritivas, pero que me permiten mantenerme flexible y feliz. Soy una amante del ejercicio, amo este momento en mi día y disfruto hacer cualquier tipo de actividad: pesas, ejercicios funcionales, caminatas o trote, bicicleta y otros días simplemente bailo (soy instructora de zumba) para levantar el animo y mover mi cuerpo (lo cual viene acompañado de mucho sudor, un gran plus).  

Aprendí también a aceptar mi forma, a amar el cuerpo que tengo, con curvas, con celulitis y con todas las imperfecciones que los años van dejando en mi. Hoy solo puedo sentirme agradecida con este cuerpo que me ha dado tanto;  mi energía para hacer muchas cosas al día, mi hijo Alejandro, mis gemelas Valentina y Victoria, mi salud, mi fuerza para levantar pesas pesadas y sobretodo el cuerpo donde habita mi alma. 

 

Gracias a estos 40 años de vida dentro de este cuerpo que hoy lo siento espectacular, no- perfecto, pero espectacular igual, porque es mío y gracias a el estoy aquí, justo donde quiero estar.

 Gracias por darte el tiempo de leer y compartir conmigo tantos años de estudio, de prueba-error, de autodescubrimiento y sobretodo gracias por compartir conmigo mi más grande pasión: mantenernos (tu y yo) dentro de un estilo de vida saludable.